Para Coninagro eliminar las retenciones significaría más inversión, más empleo y más producción
La Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro) participó de la reunión convocada por la Comisión de Agricultura a las entidades del agro para exponer sobre las retenciones. La consejera de la entidad, Patricia Luke, junto al equipo de economía de Coninagro presentaron un documento con indicadores, impacto fiscal, datos y propuestas sobre los derechos de exportación (DEX). Código Campo
Las cadenas agropecuarias y agroindustriales son “un pilar clave de la economía argentina, especialmente en el interior productivo, donde son la principal fuente de empleo y dinamismo económico”, señala el documento presentado por Coninagro, y se destaca que el agro representa:
- Uno de cada cuatro puestos de trabajo privado.
- Uno de cada cuatro pesos del PIB.
- Uno de cada cinco pesos de recaudación tributaria.
- Seis de cada 10 dólares de exportación y ocho de cada 10 dólares netos que ingresan al país.
Estos indicadores “evidencian la importancia estratégica del sector agropecuario y agroindustrial: lejos de someterlo a cargas adicionales, es necesario acompañarlo, incentivarlo y garantizar que continúe siendo la base del progreso y el desarrollo de Argentina”, agrega el texto. Defender la eliminación de los derechos de exportación “no es sólo una medida de política económica en el sentido correcto, sino una apuesta segura para fortalecer el crecimiento económico, el desarrollo del interior productivo, la generación de empleo y divisas y la estabilidad fiscal del país”.
¿Por qué eliminar los DEX?
Los Derechos de Exportación (DEX), para Coninagro, “son una herramienta que limita el crecimiento de la producción al reducir el precio percibido por los productores. No sólo reducen la competitividad internacional de nuestros productos, sino que también frenan el desarrollo del interior y desalientan la inversión”.
Cabe destacar que “ninguno de los principales países competidores aplica DEX a su producción agropecuaria. Uruguay, Paraguay, Brasil, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Ucrania y Francia no imponen estos derechos. Solo Rusia aplica DEX, y lo hace con fines geopolíticos”.
La realidad es que los productores argentinos “compiten en condiciones desiguales: mientras nuestros vecinos exportan sin penalidades, aquí se llega a extraer hasta el 60% de la renta del productor. Este desequilibrio no es sostenible si realmente queremos aprovechar y desarrollar el pleno potencial· del campo argentino. Eliminar los DEX “resulta imprescindible para incentivar la inversión, mejorar la competitividad y garantizar un crecimiento sostenible en toda la cadena productiva”.
¿Qué pasa si se eliminan los DEX?
Eliminar los DEX no implica resignar recursos fiscales, sino reorientarlos, explicó Coninagro en la jornada.
Por ejemplo, “si se eliminan los DEX al trigo, la superficie sembrada podría crecer un 10%, alcanzando las 6,93 millones de hectáreas, lo que implicaría un aumento del 12% en la producción, llegando a 20,4 millones de toneladas. Esto incrementaría el valor bruto de la producción en 522 millones de dólares y las exportaciones en un 20%”.
El impacto fiscal directo por la eliminación de DEX “sería de -244 millones de dólares, pero considerando los impactos directos sobre los otros impuestos y el incremento de la producción deja un impacto neto consolidado negativo de apenas 63 millones de dólares. En otras palabras, por cada cuatro dólares que se pierden por DEX, se recuperan tres por otras vías”.
Propuesta
Por estos motivos, Coninagro propone eliminar los DEX. “Se puede comenzar por cultivos como el trigo y la cebada, que tienen un alto impacto productivo inmediato (este mismo invierno) y un bajo costo fiscal”, se señala en el documento.
“Esta decisión, acompañada de políticas normales como no restringir exportaciones y unificar el tipo de cambio, podría aumentar la producción más de un 50% y aportar 20.000 millones de dólares adicionales por exportaciones en sólo algunos años”, se añade en el texto.
Coninagro entiende que “el equilibrio fiscal es necesario, por eso, aunque preferimos una eliminación total e inmediata, estamos dispuestos a encontrar un camino gradual, firme y responsable. Los productores argentinos merecemos tener las mismas condiciones que sus pares en la región. Liberar su potencial significa más inversión, más empleo, más producción, más dólares para el país y más futuro para todos”.
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