Es fortísimo el impacto de la sequía en Entre Ríos
Las tasas de crecimiento de las especies forrajeras han sido muy bajas y existen campos arrasados, sin oferta forrajera. Esto impacta en la condición corporal de los animales. El maíz, en tanto, es el cultivo agrícola más afectado, al punto que en esta campaña podría registrarse el segundo rendimiento promedio más bajo de las últimos 20 años. Código Campo
Un trabajo elaborado por los técnicos del Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber) da cuenta del enorme impacto que la sequía tiene en la producción agropecuaria de la provincia, tanto en los campos ganaderos como agrícolas.
Los colaboradores del Siber, en el caso puntual de la ganadería, sintetizan en los siguientes puntos los graves inconvenientes que padecen los productores:
* No hubo una primavera con tasas de crecimiento normales o adecuadas del forraje. Las tasas de crecimiento de las forrajeras fueron similares a las del otoño e invierno, debido a la escasa humedad en el perfil hídrico del suelo.
* Los lotes implantados con alfalfas (foto) presentan baja tasa de crecimiento, aunque es la especie forrajera que mejor está soportando la situación junto con grama rhodes.
* El campo natural está con nulas o muy bajas tasas de crecimiento. Las empresas ganaderas que poseen algo de reservas todavía cuentan con hacienda en aceptables condiciones, pero donde las reservas se agotaron se visualiza una gradual caída de la condición corporal de los animales.
* Existen campos arrasados, sin oferta forrajera.
* Se han realizado muy escasas reservas forrajeras.
* Los lotes pastoreados no logran recuperarse para ingresar nuevamente los animales.
Maíz
Entre los cultivos agrícolas, el maíz es el más afectado por el puslo seco. “Las escasas precipitaciones de diciembre asociadas a las elevadas temperaturas han puesto en jaque al cultivo, ya que generaron un ambiente muy hostil que coincidió con su período crítico (± 15 días de la floración)”, resalta el informe del Siber.
El 80% de los lotes se encuentra entre condición regular (49%) y mala (31%), mientras el 19% está en buenas condiciones y sólo el 1% muy buena.
En el reporte, asimismo, se remarca que las temperaturas extremas generaron una caída del 31 % en la condición buena a muy buena en el transcurso de la última semana.
Los técnicos del Siber, además, aportan un dato preocupante: el análisis de regresión que contempla la precipitación acumulada del bimestre noviembre-diciembre en los últimos ocho años da un rango de rendimiento estimado a nivel provincial de entre 3.500 y 4.500 kg/ha. De concretarse, agregan, sería el segundo rendimiento más bajo de las últimos 20 años.
Soja
Mientras, la soja de primera, según el reporte del Siber, presenta las siguientes condiciones: muy buena, 4 %; buena, 50 %; regular, 40 %; y mala, 6 %
“Al comparar la condición del cultivo actual con las últimas tres campañas en similar fecha, se ve claramente que la soja de primera se encuentra en su peor escenario”, advierte los técnicos de la Bolsa de Cereales.
Si bien la soja aún no ingresó en la etapa crítica “es necesaria la ocurrencia de precipitaciones y que las mismas sean de montos considerables para poder compensar el déficit del mes en curso”.
La fuerte sequía en la provincia también impacta negativamente sobre la soja de segunda. La falta de humedad en el suelo interrumpió las labores de siembra y hasta el momento no se han podido retomar.
La condición del cultivo a nivel provincial es la siguiente: muy buena, 8 %; buena, 34 %; regular, 42 %; y mala, 16 %
La soja de segunda presenta severos síntomas de estrés, desde las pérdidas de plántulas en germinación y desecamiento de hojas en los estadios más avanzados del cultivo.
Archivo relacionado: Descargar