La Niña estará presente hasta marzo
El consenso de los pronósticos climáticos para el bimestre enero-febrero no es alentador. Diciembre deja buena parte de la franja este del país en sequía. Recién cuando promedie enero la situación tenderá a volverse menos hostil. Código Campo
El fenómeno La Niña seguirá presente hasta marzo, su intensidad se mantendrá débil, pero persistirá como condicionante negativo a gran escala y en períodos extendidos. El pronóstico está incluido en el último reporte del Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber), dado a conocer este jueves en medio de la creciente preocupación de los productores agropecuarios que ven, día a día, empeorar el estado de sus cultivos.
El consenso de los pronósticos climáticos para el bimestre enero-febrero, agrega el informe, no es alentador a gran escala. “Diciembre deja buena parte de la franja este del país en sequía. Esta son las situaciones más perjudiciales en términos de dinámica atmosférica durante el verano. Estimamos que promediando enero tenderá a volverse menos hostil”, añade.
El Siber, además, señala que los registros pluviales de este diciembre que va cerrando, en muchos sectores de la provincia, “son de los más pobres que se tenga registro. Si bien no en todos los puntos que se toman para la construcción de los mapas las sumas de diciembre son récord de escasez, sí se puede decir que gran parte de ellos están entre los diez más bajos de los últimos sesenta años. El registro oficial de la ciudad de Concordia es de apenas cinco milímetros, valor récord para diciembre desde 1949”.
En la mayor parte de la provincia los registros pluviales están por debajo de los veinte milímetros, es decir unas seis veces menos de lo que normalmente debe llover durante diciembre. Pueden encontrarse áreas reducidas donde esto excepcionalmente no se cumpla, pero el panorama de gran escala se resume en un contundente déficit pluvial.
Teniendo en cuenta que durante noviembre, las lluvias sobre la provincia a lo sumo alcanzaron valores normales, es lógico ver un mapa de reservas con un fuerte avance de la sequía.
Independientemente de que por sectores la disponibilidad de humedad pueda ser mejor, la escasez se impone como un fuerte condicionante para los cultivos en floración y el panorama también se vuelve hostil para los cultivares de soja, teniendo en cuenta las altas temperaturas que se vienen concretando esta semana.
Esta falta de precipitaciones se viene sosteniendo por la presencia del fenómeno La Niña. “Si bien transitamos un período en el cual la probabilidad de impacto negativo de este forzante sobre las precipitaciones es alta y esto es algo con lo que se podía contar, la escala regional también está sumando en el mismo sentido. En definitiva, la dinámica atmosférica en las capas medias y altas no logra quebrar la estabilidad estructural. Esto incide directamente en los desarrollos nubosos y consecuentemente en la oferta de agua”, explica el reporte.
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“El patrón de precipitaciones de diciembre en vastos sectores del sudeste de Sudamérica fue influenciado por la presencia del fenómeno La Niña, contrariamente a lo sucedido en noviembre, donde las anomalías pluviales no evidencian este impacto negativo o incluso tuvieron una importante sobreoferta de agua. El enfriamiento del Pacífico se ha fortalecido respecto del mes anterior y su influencia sobre la circulación atmosférica ha sido más importante, situación que no logró ser compensada por la escala regional”, sostiene el Siber, y vaticina que “aun cuando se perfilen condiciones regionales compensatorias, el fenómeno La Niña se mantendrá presente por el resto de la campaña”.
En el reporte, además, se explica que diciembre ha sido muy distinto a noviembre en lo que se refiere a interacción climática entre escalas. “Hemos observado una fuerte concentración de las lluvias sobre el sudoeste de la región pampeana, lo cual se conoce como bloqueo. El mismo vuelve estacionarios los sistemas frontales y si hay disponibilidad de humedad, las precipitaciones ganan volumen sobre un área relativamente conspicua, al tiempo que surge una fuerte descompensación en la oferta de agua al norte de la posición de anclaje, desorganizando los sistemas precipitantes que logran superar esta barrera dinámica. Esto explica la muy dura deficiencia pluvial sobre toda la franja este del país”.
“Este tipo de dinámica suele observarse independientemente de la presencia del fenómeno La Niña, el problema de esta coyuntura es que lejos de mitigar el efecto negativo esperable del forzante de escala planetaria, lo exacerba. Es decir, es la antítesis de lo ocurrido en noviembre. Al presente lo único importante para seguir en los pronósticos será el rompimiento del bloqueo. Una vez que esto suceda, podemos perfectamente volver a una condición pluvial como la de noviembre, esto es, lluvias generosas y de gran escala. Por lo pronto, la actual situación no tiene visos de una solución eficiente”.
“Deberíamos salir de esta situación deficitaria en el tránsito a la segunda quincena de enero”, se pronostica en el reporte del Siber.
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